Voy a contarte una cosa, y es que no eres un príncipe azul ni encantado, ni tienes que salvar ninguna princesa de ningún dragón. Ni siquiera tienes que salvar a ningún pueblo miserable ni nada parecido. Por una vez, solo por una, cierra los ojos y mírate a ti mismo, que buena falta te hace, que de tanto intentar salvar tu alrededor, te estás convirtiendo en un agujero negro de tanto vacío que tienes en el interior.
Es una buena forma de dar a entender como se siente el típico 'principe azul' aunque sea inexistente
ResponderEliminarte sigo genial tu blog nos vemos
ResponderEliminarIba a seguir leyendo sin comentar pero es que cada entrada me sorprende más, le das arte a los reproches.
ResponderEliminarTe invito a mi blog aunque leyendo blogs como esté me sienta pezqueñina en el arte de las palabras xD