viernes

Dandose por vencido que el dolor no apacigua pero asienta. Mirando la vida en desconocido, pensando en negativo. Gritando como si el día se acabase en dos segundos y quisiera dejar una huella en él. Desesperando porque el corazón está tan lleno de células de amor que las del odio se han ido a otro cuerpo pidiendo asilo político.

4 comentarios:

  1. Que deja huella, sin miedo. Y que cierre para siempres las puertas a ese odio tontorrón.


    Una bolsita llena de sugus de cereza.

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