Dandose por vencido que el dolor no apacigua pero asienta. Mirando la vida en desconocido, pensando en negativo. Gritando como si el día se acabase en dos segundos y quisiera dejar una huella en él. Desesperando porque el corazón está tan lleno de células de amor que las del odio se han ido a otro cuerpo pidiendo asilo político.
Que deja huella, sin miedo. Y que cierre para siempres las puertas a ese odio tontorrón.
ResponderEliminarUna bolsita llena de sugus de cereza.
me encanta es genial!! =)
ResponderEliminarJoder tía, que bien escribes.
ResponderEliminarme encanta todo lo que escribes.!
ResponderEliminar