viernes

Contigo porque me matas, y ahora sin ti ya no vivo. Que las cosas se nos han ido de las manos, al igual que cantaba Ella Baila Sola en sus tiempos dorados. Hemos dejado que todo fluya, que nada se quede guardado, y ahora el riesgo es máximo, intenso. Y duele, como si cien mil venas explotasen en una armonía similar a la de un espectáculo de fuegos artificiales.

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